Durante años, el concepto de “picoteo” ha estado ligado a alimentos ultraprocesados, altos en azúcar, grasas y aditivos. Pero algo está cambiando. Cada vez más personas buscan alternativas que no solo sacien, sino que nutran, respeten el cuerpo y también el entorno.
En este contexto nacen productos como Frummys: una opción práctica, sabrosa y sin trampa. Porque elegir un snack no debería implicar leer etiquetas imposibles ni renunciar al placer.
Este cambio de mentalidad no es solo una moda. Es una necesidad. A medida que la sociedad toma conciencia de la relación entre lo que comemos y cómo nos sentimos, el snacking saludable se convierte en parte de un estilo de vida más responsable.
Frummys responde a esa necesidad: una textura que sorprende, un sabor real que reconecta con lo natural y una fórmula tan simple como honesta.